Blood

BLOOD

¿Cuál es el sentido de la vida? Es algo que nadie ha podido descifrar, alrededor de esta pregunta surgen muchas conclusiones, pero… ¿Cuál es la real?

Cap. 1

Ultimo año de instituto, para muchos las mejores de las experiencias, pero para mi es igual a todos los años anteriores, además no tengo amigos no conozco a nadie. No se el nombre de la mayoría de mis maestros, pero, en fin. Cuando estoy en el colegio lo único que deseo es llegar pronto a casa; allí me encierro en mi alcoba a dormir, leer o jugar en mi consola, allí paso la mayor parte de mi tiempo, sin embargo, todo esto tiene una razón de ser.

A mis padres no parece importarles nada de lo que hago ya sea bueno o malo, además los entiendo, ya que, desde el vientre de mi madre, la desgracias que traía conmigo mi vida no iba a pasar desapercibida. Para que entiendan el porque de mi asquerosa existencia, cuando mi madre estaba embarazada, el doctor le dijo que eran gemelos (niño-niña), pero el día que mi madre dio a luz, cedieron cuenta que mi hermanita estaba atada del cuello a mi cordón umbilical, murió y eso mi madre jamás lo perdono ya que me veía como el culpable; al cumplir cinco años mis padres al parecer superaron los hechos anteriores y decidieron tener otro hijo, tiempo después nació una bebita, pero no tubo que pasar mucho tiempo, para que algo malo le sucediera; yo, al ver que mis padres la amaban más que a mí, decidí que ella no estaría estorbando mi vida, así que hice lo que pensé correcto para mí en el futuro, y la asesiné. Al ver esa atrocidad ellos decidieron no tener mas hijos, con la esperanza de lo ocurrido no se repitiera por tercera vez.

Fui creciendo y mis comportamientos y acciones también, si alguien me miraba mal o me decía algo que no me gustara, le hacia daño, sin importar quien fuera. Un día mi padre me regalo un perico como mascota para así fortalecer nuestros lasos de padre e hijo, mi madre al ver mi cara de felicidad y confusión, me lanzo una mirada de odio y desesperación; pasados cinco días estaba en el hospital central, porque su plato de la cena la intoxico, “gracias al cielo” mi padre y yo salimos ilesos de eso; siete años tenía en ese entonces.

Cap. 2

Como ya lo mencioné nunca tuve amigos ni en el kínder ni en la escuela y todo se debía a que me consideraban un peligro; por mas de que quisiera acercarme y socializar, lo adultos siempre apartaban a los infantes de mi lado. Destacaba gracias a mis excelentes calificaciones y por mas de que las personas que me rodeaban me trataran a la distancia no se salvaban de mi maldad; esto lo digo, porque una maestra la encontraron tirada en las escaleras; fue en cuarto grado, cuando mi maestra me regaño por responderle mal el resultado de una suma.

Cada vez que ocurre algo similar me lleno de ira y siento que la sangre me quema por dentro y es como si el infierno y lucifer entraran en mi mente y me controlara como un titiritero a su títere. Siento que pierdo la razón y después de un instante veo el rojo panorama. En la escuela todos me conocían y sabían que era yo y me trataban como si no estuviera, no me hablaban, trataban de no mirarme y si me ocurría algún accidente (como tropezarme o golpearme) no le decían a nadie, básicamente me quería muerto, aun que eso no me interesaba ya que me sentía como un DIOS, no obstante, cumplía con mi obligaciones y responsabilidades como un chico normal.

Un día en quinto grado, al llegar a casa cinco días antes de las graduaciones decidí reflexionar sobre lo que había logrado y llegue a la siguiente conclusión: “no es tan mal, todos me respetan gracias al miedo que les transmito, tengo el amor de mi padre en un treinta por ciento y el desprecio de mi madre, aunque no me interesa lo que ella sienta por mí.”

Pasado un rato tocaron la puerta de mi habitación y era mi padre, se sentó conmigo en la cama y con lagrimas en sus ojos me dijo: “¿Qué harás cuando no vivas con nosotros? ¿Cuándo aprenderás a controlar tus emociones? ¿Cuándo harás algo bueno para ti y para tu vida?”

Esta ultima pregunta me dejo pensativo, esa noche no pude conciliar el sueño.

No le respondí nada, solo lo miré a los ojos y le di un abrazo; sin decirme más, se levantó de la cama y dejo mi habitación con estas tres incógnitas que me pondrían a pensar en mi objetivo de vida.

Me gradué, fui creciendo, entre al instituto, pero todo siguió igual; la primera pregunta fue fácil para mí, ya que sin ellos debía ser independiente y autosuficiente viendo por mi y por ellos en su vejes, sin mencionar si en algún punto de mi vida llegaría a formar una familia. Las otras dos preguntas, fueron un poco mas complejas de responderme, investigué en internet con base en la pregunta dos y encontré muchas respuestas y soluciones, pero para nada me sirvieron, mis problemas seguían, las demandas empezaron a existir y las fianzas eran un gasto mas para mis padres.

Cap. 3

Descubrí que cada vez que tenía rabia en lugar de clavar puntillas en un madero o contar de uno a diez, me podía cortar para controlarlo un poco y podes sentir el dolor de las personas que lastimaba, intente lacerarme los brazos, pero era muy obvio, así que opte por lacerarme las piernas, de esta manera nadie se daría cuenta y podía ver como salía la sangre de mi cuerpo, cuando hacia esto me sentía extrañamente vivo; pero todo lo que inicia debe terminar, un día estaba encerrado en mi cuarto y mi padre entro por sorpresa ya que había visto restos de sangre en la jutas de mi baño y algunos mas en mis pantalones y pantalonetas; y con lagrimas en sus ojos me abrazo y me hizo jurar que nunca mas lo volviera a hacer y así fue, le di mi palabra de que no lo haría nunca más, busco un pequeño botiquín que había en casa y me limpio las heridas, mientras eso ocurría logre ver que mi mamá nos observaba desde el otro lado del pasillo y vi esa mirada que me decía “¡muérete!”. No pensé en hacerle nada y controlar mi ira ya que lo que mi padre hacia por mi y al ver su actitud conmigo me tranquilizaron un poco.

Pasaron los años y volvemos al principio de la historia, llegue a grado once, último grado de instituto. Como dije no había nada de especial, todo era igual acepto el grado que cursaba. No hablaba con nadie y me apartaba de todos en el salón de clases. Un día estando en mi habitación me respondí las otras dos preguntas que me faltaban, la primera fue la pregunta numero tres y eso fue en séptimo grado, me auto evalué y encontré mis habilidades para las artes, vi que en cada lienzo que hacia quedaban plasmados mis sentimientos de ira y odio hacia lo que merodeaba y a la vez me ayudo con la segunda pregunta, porque la pintura había sido la mejor terapia que pude haber encontrado. Claro que no lo hice solo con los lienzos, también con la tallada de madera y jabón, y con el teatro y baile, todo eso gracias a que mi padre me matriculo en el conservatorio central de bellas artes.

Después de un tiempo me empecé a hacer cercano a mis compañeros de arte, aunque solo me admiraban por mis pinturas y no les interesaba nada mas que eso así que los trataba de ignorar. Como regalo por llegar a 11 grado mi padre me regalo un equipo de dibujo que era tan majestuoso que solo lo utilizaba en casa cuando quería hacer cosas que estuvieran al nivel del mismo.

El día que me dio el equipo de arte, hablamos de mi relación con mi mamá y llegamos a la misma conclusión “mejorar nuestra relación” pero yo solo estaba dispuesto de hacerlo por él. Así que tomé mi equipo nuevo de dibujo e hice un cuadro de mamá en sus años de juventud, se lo di personalmente y a regaña dientes lo recibió y ese fue mi primer y ultimo intento por obtener su amor.

Pasaron los días y mientras me instalaba en el lugar que me correspondía en el salón de artes inicio lo que para mí sería el comienzo de un final feliz… pero no para mí.

Cap. 4

Mirando mis alrededores y los compañeros que llegaban vi entrar a una chica nueva, se me hacia un poco familiar su rostro, pero no lograba recordad donde a había visto, ella me miro y sonrió… al parecer si nos habíamos visto en algún lado. Se acerco a mí y nos presentamos; me dijo que se llamaba Wendy, cuando me dijo su nombre intente ignorarla haciendo un gesto y perdiendo la mirada de su persona, pero sin importar esto ella siguió hablándome.

En mi mente yo pensaba que solo me hablaba para saber el porqué de mi personalidad, pero me equivoqué; le seguí el hilo en la conversación y todo apuntaba que enserio quería tener una relación conmigo. Me empezó a preguntar cosas sobre mi y yo le respondía, de igual manera hacia yo. Luego de un momento empecé a sentirme aceptado por ella y me sentí bien ya que ella era mi primera amiga, ese día al terminar la clase en el conservatorio, me dio su E-mail y me dijo algo curioso; me miro a los ojos se acercó a mi oído y me susurro: “cuando hagas arte piensa en mí”.

Al terminar de decir eso me beso en la mejilla y se marchó, ese momento me dejo con calosfríos en todo el cuerpo. Al llegar a casa, encendí la televisión y empecé a ver documentales de astronomía, al cabo de un momento mi teléfono empezó a sonar. Lo agarre y era Wendy, me pregunto cómo me sentía y otras cosas más. Trate de contestarle lo mas cortante posible, pues aún no me convencía que alguien como ella se fijará en mí, además no había hecho méritos para caerle bien y además no sabia de donde era porque con el ambiente de la conversación del conservatorio y la clase olvide preguntarle de donde nos conocíamos.

Al día siguiente al llegar al instituto, me dirigí al salón de clases y después de un rato ella entro, no sabía que hacer, pues no sabia como se saludaban los amigos y menos cuando han estudiado juntos por tanto tiempo y uno no conoce al otro. Intente acercarme, pero ella me guiño el ojo y me hizo un gesto de negación, que, de confundido, en mi mente solo pensaba que ella solo me hablo porque no conocía a nadie en el conservatorio, o solo porque mis obras eran bastante hermosas. Intenté buscarla en el receso, pero no la encontré.

Ese día al llegar al conservatorio me ubique en mi lugar y espere que llegara, cuando entro y se ubico en lugar me dirigí a ella y le pregunte que, porque no me dejo saludarla en el salón de clases, ella respondió que quería llevar nuestra relación con discreción, eso me pareció raro ya que el día anterior había mostrado interés en ser mi amiga.

Así duramos un par de semanas y me acostumbre a esa nueva rutina de mi vida, un día al llegar al salón de clases del instituto (estaban cerca las vacaciones de verano), ella entro y se sentó en su asiento, luego de un momento ella y gran mayoría de mis compañeros empezaron aírese, no le di importancia porque pensaban que estaba contando chistes o algún evento gracioso, luego vi que todos me empezaron a mirar de manera extraña y con ojos invadidos de temor, me dio curiosidad y me acerque de forma discreta y pude escuchar la palabra “FENOMENO” saliendo de la boca de Wendy, eso me dejo petrificado y algo raro, me sentía traicionado y acusado por parte de los que estaban en el salón incluyéndola.

El día parecía no terminar y el tiempo parecía ir cada vez mas lento, por un instante vi como uno de ellos le pasaba una pequeña cantidad de dinero como si estuvieran pagando una apuesta, el día de colegio termino y me dirigí a mi casa; ese día no fui al conservatorio, recibí varios mensajes de ella pero el solo ver su sombre allí avivaba el infierno de la ira dentro de mí, solo pensaba en porqué me sucedía eso, sentí que algo en mi interior se consumía de manera lenta y con el crecía mi odio hacia mis compañeros de clase pero en especial hacia ella, ya pasaron tres días que no vengo a clases vacaciones de verano están a pocos días de comenzar y que mejor que sentir el fuego del sol en nuestro cuerpo.

Terminare con esto mi historia se convertirá en leyenda de terror, pero en la memoria de los demás solo quedar el horrible sonido de mis compañeros de clase gritando de dolor al sentir como el fuego consume su alma, mientras yo los maldigo asta que todos seamos cenizas.

                                                               ATT: Daniel